¿Cómo enfrentar la economía que se avecina?
Diversas son las opiniones de calificados
economistas sobre el complejo panorama económico y financiero para cuando pase
la cuarentena y deba enfrentarse un nuevo orden de las cosas. Sin embrago, los
viejos mapas, sin ser desechados, deben abrir espacio para la reinvención de
nuevas rutas, soluciones y enfoques de oportunidades.
Sin lugar a dudas, una
de las principales preocupaciones tanto de los gobiernos, las empresas y las personas
es el panorama económicamente incierto
que se presentará en el futuro inmediato al post- Covid 19. Este artículo tiene la
intención de ordenar algunas ideas y opiniones que han circulado en el espacio
público, especialmente en Venezuela, a través de las voces de algunos analistas
económicos y financieros que
recientemente se han expresado en la esfera de medios de comunicación
pero de forma aislada[1].
Paraguas para la tormenta
Algunos gobiernos están
tratando de maniobrar y esperar un despeje del panorama luego del período de
cuarentena. El caso de Venezuela se esboza muy complejo cuando la mayor parte
de su economía depende esencialmente de la exportación de petróleo, y éste commodity, está bajo una guerra de
precios y de baja en su cotización amén de la situación de bloqueo financiero
de hace unos años que padece nuestro país.
Por otra parte, las empresas y los nuevos
emprendedores, no sólo en Venezuela, sino en el mundo entero, se hallan frente a
diversos dilemas que implican una readaptación, forzosa para la mayoría, a
nuevas formas de producir o de sostener las tradicionales.
Y las personas individualmente,
no sólo se encuentran en una
confrontación de sus capacidades laborales con el paradigma tecnológico y las nuevas
formas de organización del trabajo, sino también frente al desafío de nuevos
hábitos de consumo.
Los orígenes de las brisas huracanadas
¿La actual crisis
financiera es antes del Corona Virus? ¿Éste es consecuencia o causa del
desplome de las grandes bolsas de valores del mundo? Para el economista Luis
Gavazut, ese desplome se debe al “Exceso
de capital ocioso que no encuentra nichos de ganancias en ningún país del mundo”
y que en forma similar a la crisis de 2008, estalla como una burbuja de dinero inorgánico.
De hecho, siempre se ha establecido que la
diferencia entre la economía real (producción concreta en la agricultura, la
industria y el comercio, el Producto Interno Bruto de un país) es diametralmente
opuesta a la Economía Financiera. Son desproporcionadas las brechas entre
ambas. Una es tan gigantesca que puede reconstruir un país entero, haciendo
lucir a la otra de manera ínfima.
En esta misma línea,
Leonardo Buniak, analista financiero internacional, reiteradamente ha señalado
que más que una crisis financiera como la de 2008 (que podía estudiarse desde
la teoría de las expectativas racionales) esta de 2020 es una crisis
industrial. Una crisis industrial en que “la gran factoría de la humanidad” que
es China, ralentizaría su crecimiento y
producción industrial nunca antes vista.
Para este analista, el
gran efecto colateral sería una recesión
económica mundial donde habría paro y desempleo, aunque con dinámicas muy
variables, y quizás temporales en algunos sectores como el farmacéutico, el
textil artesanal (con la fabricación de tapabocas) y por supuesto el comercio y
servicios del sector alimentos.
Para algunos existe ya
el colapso del sistema fiduciario, del modelo económico del viejo capitalismo. Para
otros, las cadenas de suministro desde las industrias, entrarían en receso al
tener muchas industrias y comercios cerrados.
Revisión de mapas, reinvención de rutas
Frente a un territorio
que puede ser mutante, los viejos mapas ya no tendrán sentido. Entendemos como mapas los paradigmas o modelos para
hacer las cosas, para producir y ser un agente socio-económicamente productivo.
Sin descartarlos del todo, los viejos mapas o paradigmas habría que revisarlos,
reeditarlos y actualizarlos, lo que puede llevar a más de uno a reinventar las rutas, los
accesos, los modelos de negocios y de trabajo, por ejemplo.
Para Pedro Leandro,
impulsor de Startups en Caracas, es
importante, después de priorizar la salud y la prevención, identificar la
crisis y cómo ésta afectaría los modelos de negocios que tienen, por ejemplo,
los nuevos emprendimientos. Muy importante, que de la observación, se destaquen
las oportunidades que se abren en toda crisis.
Ricardo Cordido,
abogado especialista en exportación y comercio internacional, se ha enfocado
precisamente en el aspecto de las nuevas oportunidades que representan las
crisis partir de la inédita experiencia venezolana. Muchas han sido las
estrategias, tácticas, invenciones y maniobras que han hecho los venezolanos
para aguantar una hiperinflación de casi dos años, el decrecimiento del PIB,
los bloqueos financieros internacionales y otros nubarrones.
Esta situación potenció la capacidad
exportadora de rubros tradicionales como el ron, el cacao, el café y otros no
tradicionales como el mango. Pero también la adopción de nuevas formas de
trabajar como el teletrabajo que implica una nueva forma de organización
laboral así como las criptomonedas y la Blockchain, la
tecnología que la sustenta la criptoeconomía.
Recientemente en
Caracas, la Asociación Nacional de Criptomonedas, ASONACRIP, elaboró un serie
de propuestas y recomendaciones para mitigar y paliar los efectos adversos de
esta gran crisis global, como por ejemplo, a lo interno de la economía
venezolana darle mayor usabilidad a las criptomonedas todas, en especial al
Petro que ha estado en unas fases experimentales, pero que sin embargo, no se
ha depreciado su cotización ya que, a diferencia de otras criptomonedas, el
Petro tiende a la estabilidad y no a la
volatilidad.
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